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Publicado: 11/08/2021
Si tienes una chimenea en casa sabemos el trabajo que supone limpiarlas por eso, muchas veces utilizamos pastillas, leños o bolsas para limpiar las chimeneas metálicas en Gijón.
Estos productos, llamados deshollinadores se venden con el fin de limpiar y proteger tanto chimeneas metálicas en Gijón como calderas. Pero realmente no limpian el hollín, sino que lo modifican y lo cambian de estado. Los deshollinadores químicos al entrar en contacto con el calor, se calientan, suben y rasgan la placa exterior de la creosota, que se genera en la pared de la chimenea. En fuegos de uso habitual, la creosota se descompone químicamente y puede descender a modo de ceniza. Dicho de otra manera, cambiamos el hollín, que tiene una textura parecida a la de sal gruesa, a una materia mucho más fina que se queda pegada a la pared de la chimenea y obstaculiza la limpieza de un deshollinado profesional. Por lo tanto, no solo transforma el hollín, sino que esa sustancia que deja se va adhiriendo en el conducto de la chimenea, creando así un posible riesgo de que se inflame.
Por eso, debemos tener en cuenta que los productos químicos para limpiar nuestras chimeneas nunca van a sustituir un servicio de deshollinado y limpieza absoluto, son solo para un uso ocasional. Además, no solo porque no terminan de eliminar todo el hollín, sino porque no pueden actuar ante otro tipo de residuos o nidos que dificultan la adecuada ventilación del conducto de la chimenea.
En resumen, si queremos tener una chimenea en buenas condiciones, es suficiente con hacer la limpieza de la chimenea antes o al acabar la temperada de uso. Así que si tienes más dudas o no sabes cuál es mejor tipo de mantenimiento para tu chimenea, no dudes en contactarnos en Climastur, te asesoraremos sin ningún tipo de compromiso.